Sabia donde le
conducían su pasos, el corazón atrapado en medio del silencio. Nerviosos pasos
a medio caminar con lentitud abatida, el abrigo le fatigaba, sentía en sus omóplatos
el paso de los años. La cabeza cubierta por el viejo sombrero de paño gris, en
alto algo arqueada sobre su hombro derecho, esperando oír su charla casi
siempre desembocada, puertas cerradas, bajo la tenue luz del frío fluorescente.
Al final del
pasillo, una puerta entreabierta. Frío pocos elementos ocupaban el escaso
espacio de la estancia, en medio su cuerpo reposando en el frío acero, rictus y
belleza, despedida contenida… frío
Autoría de
Tessa Mas, inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual.
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