Me asomo tras las vidrieras
de un mundo pretérito,
indagué en mis silencios.
Hoy dormidos agotados por el tiempo.
Rebuscando en los recuerdos,
me precipite hasta el sendero escondido.
Laberintos de inquietudes asomaron con descaro,
en tu mano, un saludo.
Me acerque y te dije:
¿Me esperabas a mí?
Moviste la cabeza sonriendo.
A ti y a la estrella
que va siguiendo tu sombra, musito.
Su luz llega e ilumina mi ventana
y la cumbre de deseos.
Me miró, me cogió la mano y se vino conmigo.
Juntos en el silencio de
la noche
nos perdimos hasta encontrar la calma.
Tessa Mas 9/marzo/2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario