Acabamos de
estrenar septiembre, recuerdos de días pasados de calor infinita y largos días de
fragilidad en mi persona, paseos cortos buscando soledad a mis propios pensamientos.
Días que más
que escribir, leía hasta altas horas de la madrugada donde el calor y la
ansiedad de las horas menguaba, en mi mente siempre aparece el alto, majestuoso
aunque ahora lejos no de mis sentimientos, pero sí de la retina de mis ojos.
Durante el
verano he ido adquiriendo libros de amigos, viajes y todo lo relacionado con
escribir, planificando y barajando las fechas de mi primera novela, sin prisas
siguiendo los consejos de un buen amigo, he ido revisando página a página hasta
que esta como me gustaría si fuera yo quien lo leyera por primera vez.
Besos de
caramelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario