¡Por fin! Acabas de teclear
el ansiado punto final. ¡Qué euforia! Has liberado tus personajes y su historia
cobra vida en las páginas. La satisfacción es increíble… Pues ahora viene esa
fase compleja y minuciosa que se llama CORRECCIÓN.
Yo
me he marcado unas normas que procuro (¡ujjj!) no saltarme nunca. Cada escritor
tiene un método; éste es el mío, espero que os sean útiles.
1- Al texto hay que darle como mínimo
tres vueltas. Pero, muy importante: saber decir “se acabó”. Si no, puede
convertirse en algo eterno.
2- Primera corrección: ortografía,
erratas, guiones, frases hechas, muletillas, repeticiones. Utiliza un corrector ortográfico on
line o el que Word lleva de serie. Pero ¡ojo!, no son absolutamente fiables
porque no distinguen, entre otros, los acentos diacríticos. Nada más infalible
que el ojo humano. Pide ayuda, si es necesario.
3- Las editoriales prefieren un formato Times New Roman 12 p., páginas
numeradas, sangría en primera línea, espaciado doble o 1’5 (todo ello en
FORMATO PÁRRAFO) y guiones largos (CTRL + ALT + guión del teclado numérico).
Esto de los guiones es fácil arreglarlo con la función REEMPLAZAR.
4- Si ves que tiendes a repetir
frases, expresiones o palabras, usa un diccionario de sinónimos.
5- Palabras en las que dudes de si su
significado se ajusta a lo que quieres expresar, te será útil el buscón on line
del diccionario de la RAE.
Y
ahora que el texto está correcto (no desesperes, todo el mundo se equivoca y la
perfección absoluta imposible: siempre, siempre, siempre que releas tu novela,
incluso cuando ya esté publicada, encontrarás algún fallo).
6- Segunda Corrección, vamos a por la
historia. Errores que pueden suceder: equivocarse de nombre en un personaje
o lugar, fallos en las características físicas de los personajes,
equivocaciones en la acción (un personaje sale por una puerta sin abrirla,
entran tres personajes en un lugar y al final de la escena alguno “se
pierde”…), fallos en distancias, errores temporales (es de día y a mitad de
escena está oscuro, transcurre una semana entre una y otra acción y en el texto
dice “tres meses atrás”).
8- Revisar con ojo de lector lo que
nos suene incongruente. Diálogos que no nos convencen, frases en boca de un
personaje que suenan raras, escenas que sobran o pueden unirse, cambiar
escenarios, algún fallo en la estructura, suprimir algún personaje secundario
cuya función no está demasiado definida, párrafos demasiado descriptivos que se
hacen pesados, repetición de ideas. Un consejo útil: ante un texto cuya
redacción no convence, ayuda mucho leerlo en voz alta. Escrito puede que nos
resulte pasable, pero la prueba de oído es infalible.
7- Corregir las dudas de documentación.
Para no emplear tanto tiempo, es mejor subrayar cada duda y realizar las
consultas todas al final (¿se llama así ese lugar?, ¿las distancias son
correctas?, ¿existía el lápiz en esa época?…)
Ya
tenemos nuestra novela bien pulida, vamos a darle el repaso definitivo. Si
puede ser, déjala reposar dos meses en un cajón. Durante ese tiempo, ni pienses
en ella y embárcate en una aventura distinta. Cuando la leas de nuevo, la verás
con otros ojos.
8- Tercera corrección: el borrador. El texto no se ve igual en pantalla
que en papel. Importante imprimirlo con el formato que le enviaremos al editor
(el que he señalado antes). Si no quieres gastarte dinero en el gusanillo,
taládralo y usa una carpetilla para evitar que se traspapele alguna página.
9- Ármate de bolígrafo rojo y post-it. Señala cualquier fallo que veas, de la
primera página a la última. Luego, pasa esas correcciones al ordenador.
Y
ya por último, es importante que:
10- No te relajes. Que tu atención esté al 100% tanto en
las primeras páginas como en las últimas. Yo empiezo la segunda corrección del
último capítulo al primero para que el final no quede descuidado.
11- Antes de enviar el manuscrito a una
editorial, pide a algún amigo de confianza que lea tu novela y sepa aconsejarte mostrándote los
fallos que no le convencen. Importantísimo que sea alguien que te dé una
opinión sincera (y tú, como autor, estés dispuesto a oírla y aceptarla). No
sirve de nada que nos regalen los oídos, las críticas nos ayudan a aprender y
mejorar. Recuerda que ocho ojos ven más que dos.
12- Corregir es también escribir. A algunos escritores les resulta la
parte más pesada de la escritura; otros, en cambio, disfrutan muchísimo de
ella. En cualquier caso, es un trabajo inevitable. Así que, hay que afróntalo
con alegría y muchas ganas.
Si
has llegado hasta aquí, seguro que piensas que la corrección es cargante y
engorrosa. Cuesta su tiempo, pero no es difícil. Los editores quieren leer
manuscritos en óptimas condiciones. Y nosotros queremos que el nuestro lo lean,
hagamos pues cuanto esté en nuestra mano para que no lo desestimen al primer
golpe de vista por ese motivo.
Paso
final: ve y registra la propiedad intelectual de la novela, que la obra es
tuya.
Fuente: http://ezequielteodoro.wordpress.com/2013/01/14/las-12-reglas-imprescindibles-para-corregir-una-novela/
Espero que estos consejos os ayuden a la hora de corregir vuestra novela.
Besitos de caramelo
3 comentarios:
Buenos consejos, sin duda, Tessa. Espero que algún día pueda utilizarlos. Abrazos
nice post! not sure if i got everything right. you know, sometimes translator fails :)
i'm your new follower! hope u will follow me back!
Tessa, unos consejos muy buenos, prácticos y muy certeros.
No hay cosa peor que leer un libro y ver una errata o párrafos inteligibles, descuidados.
Publicar un comentario